Recepción Barquisimeto

Recepción Barquisimeto

jueves, 31 de mayo de 2012

Cómo convertir a las ciudades en sitios más saludables


Artículo tomado de BBC Mundo. 

 Miércoles, 30 de mayo de 2012

Basura, ruido, contaminación, estrés. Son muchos los aspectos de la vida urbana que parecen ser nocivos para la salud.
Por mencionar sólo un ejemplo, una investigación del Instituto de Salud Mental de Arkin, en Holanda, del año 2010, concluyó que quienes viven en las ciudades enfrentan un mayor riesgo de padecer enfermedades mentales (21% más probabilidades de ansiedad y 39% más desórdenes de temperamento).
Y sin embargo, se espera que para el año 2050 el 70% de la población mundial viva zonas urbanas.
"Economistas han calculado que por cada dólar invertido pública y privadamente en ciclovías recreativas, se puede llegar a sacar hasta cuatro dólares en ahorro en salud"
Julio Dávila, investigador de UCL
¿Cómo hacer que las ciudades sean más saludables? Es lo que se pregunta un estudio del University College de Londres (UCL) y la revista The Lancet, dado a conocer este miércoles. Y algunas respuestas las encontró en Bogotá, capital de Colombia.

Ni mucho ni tan poco

La clave de la popularidad de las ciudades está en que "ofrecen muchísimo más que el campo en términos de servicios, educación, acceso a la salud, interacción humana y la posibilidad de avanzar en lo personal por lo que, en teoría, pueden llegar a tener personas que viven más, que tienen mejor salud", le dice a BBC Mundo el profesor del UCL Julio Dávila, uno de los participantes en el estudio multidisciplinario.
"No hay que suponer ni que las ciudades son insalubres, ni que se vuelven saludables sin hacer nada", añade.
Las ciclovías son una buena inversión económica y de salud, dicen los expertos.
Bajo esta premisa, la idea de que el crecimiento económico por sí solo mejora la salud urbana no tiene cabida.
"Lo que estamos diciendo es que es indispensable que los expertos en salud entiendan qué aporte pueden hacer los especialistas de otras áreas como nosotros, los planeadores urbanos. Y viceversa", explica.

El ejemplo bogotano

Aunque no estaba en los planes, esto fue lo que pasó con el sistema Transmilenio, una serie de vías dedicadas al tránsito de buses de transporte público, implementado desde hace 14 años en Bogotá.
"No se esperaba que iba a tener efectos positivos para la salud, en dos sentidos: para tomar un bus de Transmilenio, la gente se ve forzada a caminar hasta el paradero o parada. Además, se hicieron obras en las vías, se ensancharon aceras, se hicieron más limpias, más claras, toda una cantidad de obras que hacen que la ciudad sea más organizada", señala el investigador.
Otro ejemplo extraído de la capital colombiana es el uso de ciclovías y el cierre de cerca de 100 kilómetros de calles de la ciudad los domingos, para dar paso a bicicletas, patines, y "piernas" en general.
Investigaciones han arrojado que hasta 1,6 millones personas, cerca de un cuarto de la población de la ciudad, camina regularmente los domingos.
Las ciudades deben abrirse al ejercicio, coinciden especialistas.
Según Dávila, los beneficios se notan también en el bolsillo. "Economistas han calculado que por cada dólar invertido pública y privadamente en ciclovías recreativas, se puede llegar a sacar hasta cuatro dólares en ahorro en salud", afirma.
Esto, añade, también demuestra que no se necesita tanto dinero para hacer cambios significativos.
"Lo importante es que hay una serie de instrumentos que nosotros, los planificadores urbanos, tenemos, que podemos ofrecerle a la ciudad. Pero en vez de pensar en que la casa sea más bonita, que la acera sea más ancha, hay que pensar también los efectos positivos o negativos en la salud de la gente", sostiene Dávila.
"Porque, ¿cuál es la alternativa? ¿Qué nos vayamos todos al campo? ¿Usted qué haría cultivando papas? La idea de que haya una arcadia, donde todos vamos a vivir en el campo, es absurda e insostenible", concluye.

miércoles, 30 de mayo de 2012

Hábitos culturales que cuidan la salud


Este artículo ha sido tomado de la página de El Universal

GIULIANA CHIAPPE | EL UNIVERSAL
lunes 7 de mayo de 2012


La forma como se vive determina la buena salud. En los países de Occidente, entre los tipos de cáncer que más fallecimientos causan están los de colon, mama y próstata. Esto no es así en los países asiáticos. En China, Laos y Corea, por ejemplo, estas enfermedades oncológicas son nueve veces menos frecuentes que en Estados Unidos; y en Japón, cuatro veces menos. En la India, el cáncer de próstata es casi 12 veces menor que en Occidente.

Otro ejemplo tiene que ver con los suizos, quienes consumen per cápita, diez kilos de chocolate al año. Esto significa tres veces más chocolate que los estadounidenses, pero son mucho menos obesos. Con los franceses pasa algo similar: rara vez hacen dieta y no se privan ni siquiera de postres pero se mantienen delgados.

Las diferencias culturales no se notan sólo en el lenguaje, la religión o la educación. También se reflejan en los hábitos de vida. Y estos son determinantes en la prevención de factores de riesgo como el sobrepeso e incluso en evitar enfermedades como las cardiovasculares, la diabetes o el cáncer.

Varios médicos han estudiado el impacto de la forma de vida en la salud. Entre ellos está el suizo David Servan-Schreiber, quien supo vivir con un tumor cerebral durante dos décadas, a pesar que según otros médicos se encontraba desahuciado; el canadiense Richard Beliveau y el español Gilberto Chéchile.

Beliveau y Servan-Schreiber, cada uno por su cuenta, atribuyeron la diferencia en la incidencia de cáncer entre asiáticos y occidentales a dos costumbres específicas en la alimentación: al elevado uso de especias consideradas antiinflamatorias, como la cúrcuma, y a la escasa ingesta de carnes rojas, pues prefieren los pescados y vegetales. Ambos plasmaron sus consideraciones en sus libros Anticáncer, una nueva forma de vida, de Servan-Schreiber y Los alimentos contra el cáncer, escrito por Beliveau con colaboración de Denis Gringas.

En el caso de la cúrcuma, detectaron que el consumo promedio en India es un cuarto de cucharadita al día. Al combinarlo con pimienta, su efecto se potencia en mil. Actúa contra muchos cánceres y reduce en 40% los pólipos del colon. "La adición cotidiana de una cucharadita de cúrcuma a las sopas, las salsas, o la pasta representa una manera simple, rápida y económica de tener un aporte de curcumina suficiente para prevenir el desarrollo del cáncer", resume Beliveau.

La protección de los orientales contra el cáncer no es genética. Lo determinaron estudiando a los inmigrantes orientales en Estados Unidos. Al habituarse a los hábitos alimenticios norteamericanos, altos en azúcares refinados y grasas, se acercaban a las pesimistas tasas de cáncer de sus nuevos vecinos y parecían tan susceptibles como ellos a sufrir de estos tumores.

"Esto significa que el aumento en la aparición de tumores se debe a la forma de vida en esos países por diferentes factores ambientales o a los cambios producidos en los hábitos alimenticios", ha dicho Chéchile quien también ha explicado, en diversas ocasiones, que "en todas las personas se generan millones de células anormales que podrían llegar a constituir un cáncer. Sin embargo estas células defectuosas son identificadas por el sistema inmunitario y destruidas antes de multiplicarse".

Para Servan-Schrieber, las sociedades que basan su dieta en alimentos industrializados son también más vulnerables a sufrir de enfermedades, debido a la alta exposición a productos químicos presentes en toda la cadena productiva. En esto incluye a los fertilizantes y a los cambios en los métodos agrícolas y ganaderos con lo que se alteran los alimentos.

En lo que refiere a cambios alimenticios, entre los más perjudiciales está el peso que en la dieta actual se le otorga a azúcares refinados, harinas blancas y grasas hidrogenadas, que carecen de las proteínas, vitaminas, minerales y ácidos grasos Omega 3, que apoyan al sistema inmunológico en su función de defensa y destrucción de las células malignas o extrañas a nuestro cuerpo.

Cuando habla al respecto, Chéchile apunta que, en los países de Occidente, se estima que se consumen más de 70 kilos de azúcares refinados e hidratos de carbono simples por persona y por año.

Aparte de la obesidad que puede provocar el consumo en exceso de estos alimentos y del riesgo que suponen, pues elevan la posibilidad de cardiopatías y otras enfermedades, el peligro es que las células cancerígenas se alimentan de glucosa para poder crecer. La encuentran en carbohidratos simples y azúcares refinados. "Tanto los azúcares como las harinas son transformados en glucosa, que es la forma como los azúcares se introducen en las células", dice.

MENOS KILOS 

En el caso de los suizos y los franceses, a quienes los kilos de más no parecen obsesionarlos en la misma proporción que a los americanos, la diferencia radica en el ejercicio físico. Aquí también existe otra diferencia: ellos no se inscriben en el mejor gimnasio que consiguen ni se apertrechan de ropa, calzado y gadgetspara hacer deporte. Simplemente, en su vida rutinaria, se mueven.

Mireille Guiliano, una francesa que ha vivido gran parte de su vida en Estados Unidos y quien por su trabajo como directora del grupo Veuve Clicquot sigue compartiendo su vida entre ambos países, ha percibido bien estas diferencias. Su experiencia, conocimientos y conclusiones los legó en el libro Las francesas no engordan que, de paso, se convirtió en bestseller mundial al alcanzar los dos millones de ejemplares en 37 idiomas.

Tal como explica, estos europeos caminan rutinariamente para ir al trabajo, a comprar o a su centro de estudios. También suben escaleras, pues muchos de los edificios carecen de ascensor. Y toman agua. A Guiliano le sorprende ver cómo en las reuniones ejecutivas en Norteamérica, las botellitas de agua mineral quedan intactas, mientras se agotan las de refrescos light. En Francia, por el contrario, lo que queda en la mesa son botellas y botellas vacías de agua. 

gchiappe@eluniversal.com
Este artículo ha sido tomado de la página de El Universal

domingo, 27 de mayo de 2012

Reseña Histórica



CRU-MAR inicia sus operaciones en 1972 en la ciudad de Barquisimeto como una empresa de suministro de equipos, muebles y material médico quirúrgico y con la firme idea de ofrecer un servicio y productos de la calidad esperada por sus clientes. La empresa ganó prestigio en la región y se mantuvo estable en crecimiento por más de veinte años. Luego de este período, desde el año 1994, la empresa se dedica exclusivamente a la comercialización de material médico quirúrgico descartable y de laboratorio.
A partir del año de 1993 comienza un período de expansión motivado por la idea de ofrecer un mejor servicio al cliente. En este año abre sus puertas la empresa CRU-MAR Zulia, C.A., en la ciudad de Maracaibo, con la finalidad de brindar una mejor atención al mercado de los estados Zulia, Falcón, Mérida, Táchira y Trujillo.
Posteriormente se apertura la empresa CRU-MAR Caracas, C.A. en el año 2001, para atender la zona metropolitana y el oriente del país, y CRU-MAR Los Llanos, C.A. para cubrir la zona de los llanos occidentales. En el año 2006 inician sus operaciones las empresas CRU-MAR Oriente y CRU-MAR Los Andes, en las ciudades de Barcelona y San Cristóbal, respectivamente.
Siempre con la finalidad de ofrecer un mejor servicio a sus clientes y optimizar los procesos internos, los directivos del grupo de empresas CRU-MAR deciden realizar un cambio estratégico en su estructura organizacional, y en junio de 2007 las seis empresas antes constituidas, se fusionan en una sola, CRU-MAR, C.A., conformándose la sede de Barquisimeto como Sede Principal o Casa Matriz y cinco sucursales ubicadas en los sitios de origen de las empresas que la conforman, es decir, Caracas, Maracaibo, Barinas, Barcelona y San Cristóbal. A partir de entonces, ha logrado una mejora significativa en  la atención a sus clientes de todo el país, mediante la optimización de sus procesos, soportados por la implantación de sistemas de gestión de procesos, gestión de almacenes y gestión administrativa de última generación.
A lo largo de estos años, la empresa ha desarrollado excelentes relaciones con sus proveedores nacionales e internacionales, creando alianzas estratégicas que contribuyen al logro de la satisfacción de sus clientes. Estas alianzas, la cobertura geográfica del 100% del territorio nacional a través de sus sedes, y el esfuerzo de un personal altamente identificado, motivado y comprometido con la empresa la ha hecho merecedora de un gran número de reconocimientos como distribuidor líder no solo en el país, sino también en la región de latinoamérica.
Desde sus inicios, la empresa ha demostrado su compromiso social, apoyando el crecimiento y las condiciones de trabajo de su personal, mediante una política de mejoramiento continuo de los beneficios y   programas de actualización y desarrollo profesional y personal, eventos deportivos y recreativos, evaluación de desempeño continua y semestral y reconocimiento por años de servicio, entre otras acciones.
  Fiel a sus valores sociales, cristaliza en el año 2010, la creación de la Fundación Cru-mar, organización sin fines de lucro que busca “apoyar, crear y promover iniciativas sociales sustentables que contribuyan a mejorar la calidad de vida de las familias venezolanas y la protección del medioambiente, basadas en la unión de voluntades,  estrategias viables y oportunas”, con la visión de “Ser una organización de alcance nacional, comprometida y honesta, que destine sus esfuerzos a generar conductas de cambio en aras de conseguir una sociedad mejor y equitativa para los ciudadanos del mañana.”
En la actualidad, al arribar a sus 40 años de servicio, CRU-MAR, C.A. es una sólida empresa donde su personal se siente comprometido con el fin de ofrecer el servicio de suministro de insumos médico quirúrgicos y de laboratorio a sus clientes ubicados en todo el territorio nacional, y con una gerencia igualmente comprometida con el desarrollo del país, realizando inversiones en infraestructura, equipos, tecnología y personal calificado.

miércoles, 23 de mayo de 2012

Misión y Visión



Misión:
Comercializar insumos médico quirúrgicos y de laboratorio a instituciones de salud públicas y privadas, distribuidores y otros consumidores ubicados en todo el país, prestando un servicio que satisfaga sus necesidades, expectativas y requerimientos, apoyados por una tecnología de punta y excelencia en el servicio, buscando incrementar el bienestar de nuestros trabajadores y alcanzar las metas de sus accionistas, en armonía con la sociedad y el ambiente.
Visión:  
Ser reconocidos como una empresa líder a nivel nacional en la comercialización de material médico quirúrgico descartable, de laboratorio y productos especializados de avanzada en el área de la Salud, destacándonos por la calidad y la excelencia del servicio, expandiendo nuestras operaciones al mercado internacional, conservando nuestros valores corporativos y logrando un crecimiento sostenible.